Son juegos que requieren que los jugadores usen su destreza física o mental para realizar acciones durante la partida. Estos juegos suelen depender más de las habilidades del jugador, como la rapidez, la precisión o la coordinación, en lugar de la suerte o la estrategia. Son perfectos para situaciones en las que se busca un reto más dinámico y rápido, y tienden a ser muy divertidos en grupos.